¿Ventajas de las tablas con sistemas para 5 quillas? Todas. No recuerdo donde leí que el futuro de las tablas de surf estaba en el desarrollo y la investigación de las quillas.
Una tabla diseñada de una forma no correcta, puede funcionar mejor acertando con la colocación de las quillas y el número de estas, pero una tabla 10 puede ir muy mal si no se le ponen las quillas adecuadas.
Por este motivo, no hay mejor opción que poder probar múltiples combinaciones de quillas en una tabla de surf para ver cual se adapta mejor a la tabla, al surfista y a las condiciones del mar. Y eso lo posibilita las tablas con sistemas para 5 quillas. Una forma económica de llevar a otra dimensión tu tabla de surf y ampliar el abanico de uso.
Por un lado tenemos el sistema más extendido en las tablas de surf, el trifin, thruster o tres quillas. Con buena relación entre agarre y control.
Tal vez las tres quillas pecan de rigidez en el cambio de canto a canto, por lo que una buena opción cuando no está vertical y quieres la tabla más suelta es añadir un estabilizador central.
Luego está la opción de las dos quillas. De este modo tienes una tabla muy divertida en olas de verano que te permite derrapar en los giros y probar algún movimiento nuevo. Yo lo recomendaría con las quillas de un tamaño superior al que suelas usar para no perder mucho agarre, aunque depende de gustos.
Otro sistema que se ha ido haciendo cada vez más popular es el quad o las cuatro quillas. Este sistema permite utilizar colas más anchas en las tablas aumentando la superficie de planeo, y al no tener la quilla central no se hacen tan rígidas en el cambio de canto como puede pasar en los trifin.
Por último tenemos las cinco quillas, que sería la tabla con la configuración quad pero añadiendo un estabilizador central. Como hemos comentado los quads permiten aumentar la anchura de las colas acercando dos quillas al canto para mantener el control en los giros, pero en olas huecas o giros potentes se puede notar la cola un poco suelta, por lo que al poner la quilla pequeña en el centro se estabiliza la cola en las secciones críticas y verticales de la ola sin perder velocidad.
En definitiva, otro elemento más para comernos la cabeza cuando vayamos a la playa.
El estabilizador central es una forma sencilla de variar tu configuración de quillas y probar nuevas sensaciones sobre la tabla.
Esta es la parte más engorrosa, ir empapando capa a capa teniendo en cuenta que la capa sea uniforme y sin burbujas. Una vez llegamos al grosor deseado, le ponemos peso y se prensa para que suelte el exceso de resina y quede todo bien compactado.
Cuando ha catalizado, ya solo queda marcar la forma de la quilla recortarla y lijarla.
